(tango)
La historia de esa mujer,
.que yo la creí eterna...
Se la ha llevao’ el mar,
como castillos de arena...
Pensé en la inmediatez,
enredado en un capricho...
Terminé rendido a sus pies,
.sin pensar en un futuro...
Levanté castillos de arena,..
.por una amor etéreo….
Por iluso , me arrepiento,..
.después de tanto esfuerzo…
Todo el mundo dijo,
.que en esta vida infame…
Nada es seguro...se sabe,
y yo no he recibido ese mensaje…
La discreción se mansilla,
.cuando uno pierde su cordura...
Se va acabando cuando la “timba”...tercia ,
entre las sendas de la vida…
Yo no testeo mi destino,
para no ser obsesivo…
Transito sin quejas mi camino,
y por el bochorno... quedo mudo…
No me dejo manosear,
por consejeros inoportunos…
Lo que yo construí en años,
se me cayó en un minuto…
Por modesto, opto `por resignarme,
.en esta larga senda…
Uno le va pegando pa’delante,
y la vida por atrás... te “manca”…
Daniel H. Guasti
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