(tango)
Broncas que se entrampan con su furia,
en la prudencia del manso día.
Trampas de la indecencia impúdica,
donde la esperanza se esfuma.
Bromas del cinismo obsceno,
ambiguedad de tu mente lúdica.
“Yapa” de la tormenta sucia,
que se embosca en la calle oscura.
Vidrio quebrado de un engaño,
triste quebranto de tu dulzura...
Tardía llegada de la verdad profunda,
puerta de un dolor que “chilla”.
Insulto del día quieto,
vil puñalada en un futuro incierto.
Insolencia de tu risa cálida,
rota en mil pedazos de amargura.
Arrepentimiento por haberte creído,
letargo de mi cruel castigo.
De que me voy a disfrazar,
cuando mi llanto llegue al río...
Como entender tu último adiós,
luces que se alejan sin perdón.
Mano de un después sin razón,
destino sin norte, ni Dios...
Fin descalzo del camino falso,
como olvidar tu sonrisa en mis ojos.
Trampas que me empujan al precipicio,
mísero despojo de un amor prohibido.
Restos de la ceniza impura,
ruin derrumbe de torre vieja...
Sórdida mueca de un destino,
naipe tirado en la mesa vacía.
"Salto cuántico" de mi orgullo,
parcos resabios de un amor perdido
Trampas que me cargaste un día
"yuyo" sucio del "malezal" sin Luna.
Flor de fuego que siempre quema,
en la inocencia de tu alma loca.
Sano baldazo de agua fría,
fiel refresco de la indócil “curda”…
Daniel H Guasti
pisulinoal@yahoo.com.ar
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