Oscar Gagliano
(tango)
Radia , tu asaz dulzura por las veredas ,
con el último sol del crepúsculo.
Tu vestido blanco
y el trazo justo ,
de la rigurosa
exigencia de tu debelada belleza.
Blasfema la
afligida endecha ,
el haber sido , marginada.
Frente a tu descomunal
figura ,
el patio florido ,
se agiganta…
La vehemencia de lo
transitorio ,
tiene su costado absoluto.
Siempre habrá calles
que no olvidan tus pasos ,
al haberse
cubierto de ensueño.
La mirada diluida
en su empeño ,
desprende , maravillas
por Ti .
Ahora las calles
sonámbulas poseen un fin ,
después de haberte
cobijado , en sus silenciosas sombras.
Cuando el verano
duerme su larga siesta ,
surge un
vagabundeo en mi mente.
En busca de tus
ojos celestes ,
insinuados de
arrogancia.
Aún … hay
instantes que le deben a las mañanas ,
el fastidio , de
tu ausencia.
Se subyugan en el
jardín , las rosas ,
espectadoras de tu belleza.
En la depresiva víspera
,
hubo una luna a la
espera.
A la vuelta de la
esquina ,
contra la vieja
pared rosada.
Anuencia , donde
los duendes se ufanan ,
esperando , tu convalidado
regreso…
Vituperan , el
alivio leso ,
viéndote por el Barrio , pasar…
El apego de no
poderte olvidar ,
desde el otro lado de la Tarde.
Ofertorio inacabable
,
hacia el
contingente Albur.
Con toda su
magnitud ,
tu exornas el
nostálgico arrabal.
Siempre , existen
recuerdos , que se van…
Pero éstos…Vuelven
, con toda licitud…
Daniel H Guasti
pisulinoal@yahoo.com.ar
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