(tango)
Nadie..me convoque a que me equivoque…
No cruzaré esa calle prohibida.
En la otra vereda quedó mi vacilante sombra,
que se atrevió a cruzarla.
Estoy viendo tu cara en la dócil ventana,
esperando que yo caiga en la trampa.
Me esperan esos enormes globos transparentes,
grandes burbujas de mentiras.
Hay caminos que infinitamente se bifurcan…
Laberintos sin perdones…
Dicen que ahí caducan las razones,
y existen tempestuosos climas.
Solo con arribar a sus orillas,
ya los infundados vientos , soplan.
Me dijeron que hay malezales colmados de espinas,
que hieren a los inocentes…
Los domicilios se enumeran con difíciles “ecuaciones”,
y uno tiene que resolver la incógnita…
No existen los números impares…
En una “serie”… que cambia todos los días…
Se erigen árboles frondosos…
Sombras interminables.
La oscuridad es muy notable,
pues yo de aquí , yo no puedo divisar nada.
Las flores , se que no aguantan,
tantas envilezadas ofensas.
No cruzaré la frontera,
no seré una nueva víctima.
Pude observar un extraña arquitectura…
Una ciudad con columnas de arena…
El Tango hasta ahí no llega,
se le terminó el mundo…
Pues se sabe que le esperan duendes absurdos,
En los suburbios de tu casa…
La sonsera es ley severa,
Y mi locura…no tiene lógica.
Prefiero sentirme muy seguro.
y no perderme en esa “causa”.
Quedate con tus vanidades …solícitas…
Yo no me moveré… hacia esa vereda…
Daniel H Guasti
No hay comentarios:
Publicar un comentario